Hay momentos en nuestra vida en que nos sentimos más vulnerables, cuando vamos a invitar a alguien a salir, cuando vamos a ir por primera vez a un nuevo grupo de personas o cuando estamos buscando un nuevo trabajo.
El miedo a ser rechazados o a sentir que no pertenecemos, nos hace sentir vulnerables.
Cuando estamos en un proceso de selección, nos enfrentamos día tras día a la incertidumbre de poner nuestro perfil, experiencias y habilidades sobre la mesa con la ilusión de que alguien más, valide que tenemos lo que se requiere para el cargo que ellos están contratando.
Nuestra autoestima y amor propio pueden verse afectados cuando recibimos cartas de agradecimiento con un “Muchas gracias por tu interés en la vacante, pero…”
El no saber si hay algo malo con nuestro perfil, si nuestra experiencia y conocimiento no es suficiente o en algunos casos no escuchar nunca más del proceso o un feedback constructivo puede ser un golpe fuerte a nuestro ego.
Por eso cuando entramos a una fase de transición laboral, no sólo es importante actualizar nuestra hoja de vida y perfil de LinkedIn pero también prepararnos emocional y mentalmente para seguir convencidos de que la oportunidad ideal va a llegar en el momento indicado.
Para apoyarte en este proceso te recomendamos lo siguiente:
Trabajar en tener claras tus fortalezas, habilidades, marca personal y propuesta única de valor.
Este mantra diario que puedes practicar para acompañar la búsqueda laboral es “Yo valgo, y me merezco un trabajo que utilice de la mejor manera mis capacidades. Un trabajo en el que pueda aportar todo mi conocimiento y donde yo pueda desarrollarme como profesional y como persona y estoy segura/o que lo voy a encontrar”.
Rodéate de gente positiva que crea en ti y te anime en los días más grises.
Haz una búsqueda consciente. De la misma manera que nos cuidamos física y emocionalmente, cuida los detalles, cuando apliques a un trabajo. Revisa que cumplas al menos el 70% de los requisitos, adapta tu aplicación y revisa estructura y ortografía. El amor y dedicación que le pones a cada aplicación, también habla del amor que te tienes a ti misma/o.
Antes de mandar tu aplicación, piensa en la persona que va a leerla y trata de responderte ¿Si tú fueras el líder de esta posición, contratarías a alguien como tú?
Y por último envíale tus mejores energías a cada proceso en el que participes, cada correo que mandes, házlo con intención. Las leyes del universo funcionan de una manera difícil de explicar.
Las razones para ser rechazado en un proceso laboral pueden ser muy variadas, es importante no tomártelo personal. La oportunidad que más se alinee a lo que estás buscando va a llegar y las oportunidades de ser elegido o considerado dentro de un proceso laboral, están directamente relacionadas con la atención consciente que le pongas al proceso.
Muchos éxitos y confía en ti.